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3.2 EL NOMBRE DE TU NEGOCIO

 

Es tu primera carta de presentación.

Es como cuando le preguntás a una persona su nombre, es la primera carta de presentación y lo primero que vas a registrar de esa persona. El nombre de tu negocio es uno de los aspectos más importantes de tu carta de presentación. Si está bien elegido, será lo primero que la mayoría de tus clientes perciban, e influirá considerablemente en la primera impresión de cualquier cliente potencial.

El nombre combinado con tu logotipo y slogan te permitirán transmitir un mensaje que explique lo que hacés, quién sos y qué ofrecés. Lo esencial es que definas qué querés comunicar antes de ponerte a pensar qué nombre es el mejor para tu negocio.

Primero necesitas saber “qué” y después vendrá el “cómo”. ¿Qué te gustaría decirles a tus clientes con el nombre? Un nombre adecuado siempre comunicará quién sos y qué es lo que hace tu pastelería. Por ejemplo, tuve un cliente que asesoré, una alumna, que quería vender clases de co- cina, pero hasta ahora venía haciendo tortas y pastelería en general para la gente de su ciudad y también entrega- ba productos para los breaks a las empresas. Cuando me llamó, estaba muy confundida y en la disyuntiva, porque como muchas, no quería elegir. Pero sobre todo no sabía muy bien qué quería. Claro, le expliqué que las empresas que buscaban catering de empresas no se iban a fijar en ella, si además vendía (y publicaba en su perfil) tortas y pan dulces. Esto viene en relación al Paso 1, como vimos.

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Lo esencial es que definas qué querés comunicar antes de ponerte a pensar qué nombre es el mejor para tu negocio.

Pero además, y aquí viene el Paso 3, su negocio se llamaba Anabella, cocina y enseñanza. Entonces, te pregunto a vos: si sos una empresa, y te cruzás con este nombre (y oferta de productos) la llamarías para pedirle catering para tus reuniones gerenciales? O pensarías: Anabella es un lugar para ir a tomar clases de cocina?.

 
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3.2.1.

ALINEANDO EL
NOMBRE CON LO QUE QUERES SER

Llamemos a las cosas por su nombre.

Es fundamental que el nombre esté relacionado con los productos que vendés y con la personalidad de tu marca, especialmente con la percepción que esperás que tus clientes tengan de tu marca y de tu negocio. Si decidiste vender pastelería francesa no vas a querer tener un nombre en alemán. Tal vez te parezca muy obvio pero ocurre con más frecuencia de la que te imaginás. En muchos casos el nombre ya está establecido y decidís hacer un ajuste con el tipo de producto que vendés, especializarte para poder diferenciarte y el antiguo nombre ya no va tan bien. No quiere decir que no haya casos en los que el nombre es contradictorio con la propuesta del negocio pero si tenés que crear un nuevo nombre o decidís cambiar el que tenés, querrás que esté alineado a lo que tu marca quiere ser.

Carolina llegó a la Argentina de Puerto Rico, imbuida de la cultura Americana, quería abrir una pastelería en Palermo, con productos de raíz norteamericana: cupcakes de red velvet, de carrot cake, mud pie, de oreo y de maní. Y me dijo, mi nombre es “Pâtisserie la Bruja encantada”. Y además iba a poner música tanguera porque a la madre (que es la que ponía el dinero) le encantaba. Así que pensá en ese consumidor, que entra al local de Carolina. El nombre nos hace pensar en pastelería francesa e infantil, la bruja encantada nos hace pensar más en un salón para niños, verdad?

Así que el nombre no es solo un nombre. Todo comunica y es por eso que la consistencia es muy importante. No sabés la cantidad de veces que me cruzo con este tipo de “ruidos”. Son lo que se llaman ruidos en la comunicación. Porque el cliente no termina de entender quién sos y qué vendés.

En este instante, si ya tenés un nombre, quizás estás entrando en un ataque de risa o de llanto. Pero a no desesperar.

Punto uno, está bueno que lo hayas visto, si este es tu caso.

Dos, si no tenés un millón de seguidores o de clientes, cambiar el nombre es algo fácil y que no debería quitarte el sueño.

Tres, si el nombre no aporta, pero, no hace ruido, lo podés dejar. Claro que si suma, siempre es mucho mejor. Y si el nombre es más bien neutral, es decir que puede convivir con lo que vendés, entonces, hacete un café y seguí al próximo punto.

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Así que el nombre no es solo un nombre.

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Todo comunica


Menos es más.

Este es el momento de elegir las palabras adecuadas. Debés buscar un nombre que sea corto y fácil de pronunciar. Tratá de que sea una palabra o dos. Intentá que cada palabra no tenga más de 7 letras. Entre más corto sea tu nombre, más fácil será de que tus clientes lo recuerden. Utilizá palabras que puedan ser fácilmente repetidas por otras personas, olvidate de nombres largos y de términos que sólo vos entendés. Belén quería poner de nombre Die Ausstellung (la exposición) porque su abuela había tenido un local con ese nombre en Berlín. Fue arduo que entendiera que por más que le de nostalgia familiar iba a ser muy difícil que en su ciudad, ubicada en una provincia Argentina, lo puedan pronunciar y mucho menos recordar. Un camino es que el nombre incluya implícitamente que es lo que uno vende o qué es lo que vos haces mejor. Un ejemplo es “Cupcake Queen” el propio nombre indica el producto que vendés y sugiere que sos la mejor. No uses palabras que puedan implicar que tu marca es mala, lenta, ineficiente, pues genera una connotación negativa, que debés evitar. Como por ejemplo, La Carreta. En Argentina, solía decirse, que algo es una carreta cuando es lento.

Femenino y Natural

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Un producto de origen frances con Marca en francés

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Casero y rustico

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Artesanal

Generá una “lluvia de ideas”. La idea de este libro es darte todas las pautas para que lo puedas hacer sola sin contratar a nadie para que te ayude. O si decidís contratar a una agencia o persona, que puedas guiarla y tomar una mejor decisión sobre lo que propongan hacer. Entonces volvamos a la lluvia. La lluvia de ideas es una técnica que tiene como objetivo generar la lista de los posibles nombres. La misma consiste en confeccionar una lista de todos los nombres posibles, amplia. No es momento de criticar o evaluar si los nombres que aparecen son buenos o malos. Más adelante evaluaremos cuáles son las mejores opciones. Esta técnica la podés aplicar vos sola, pero funciona mejor si lo hacés con alguien. Buscá cualquier persona que se ofrezca a ayudar y que tenga una predisposición positiva para tu negocio. Pueden ser socios, pareja, familia, un proveedor o clientes. Dos cabezas piensan mejor que una, pero evitá hacerlo con personas que ven tu propuesta en forma negativa o tienen mala energía hacia vos o tu emprendimiento. Es decir, si tenés un papá o un novio que le parece que estás perdiendo el tiempo, o te dice “porqué no seguís con ese trabajo que te daba un sueldo seguro todos los días”. Bueno si esa es la persona, no sirve para “pelotear” ninguna idea. Debés estar rodeada de personas que te apoyen y vos te sientas cómoda, relajada. Tené hojas de papel y lápiz ya que las palabras se las lleva el viento! Cuando creas que la imaginación se agotó, abrí algún diccionario en una página al azar y seleccioná alguna palabra. Utilizá Google para hacer lo mismo. Tratá de incorporarla a los nombres que hayas generado. Te sorprenderás cómo las nuevas ideas comenzarán a fluir.

Descartá y encontrá el apropiado. Una vez que tengas una lista de los posibles nombres, es el momento de que elijas el más adecuado de acuerdo al tipo de negocio que deseas construir. Para conseguirlo, esta lista de preguntas te serán de mucha ayuda:

¿Cuál es el más fácil de pronunciar?
¿Cuál es el más corto?
¿Cuál no necesita una explicación adicional para entender lo que ofrece?
¿Cuál te gusta más?
¿Cuál es más fácil de recordar?
¿Cuál es diferente al de la competencia?
¿Cuál proyecta éxito?
¿Cuál da a conocer mi ventaja competitiva?

Otra consideración para elegir tu nombre es pensar qué representa para tu cliente las palabras que usás. Por ejemplo: Les macarons, Cupcakes deliciosos, Tartas gourmet, Pasteles de ensueño, etc...

Si tiene alguna palabra en francés, la gente esperará encontrar pastelería con reminiscencias francesas, si lo hacés en inglés, esperará algo del estilo americano, por eso cada palabra que elijas remitirá a un imaginario en la cabeza de tu cliente. Este proceso que se llama semiótica es importante para que asocien tu nombre a algo que ellos esperan encontrar. O una imagen que vos quieras dar. Aquí te dejo ejemplos de algunos nombres y qué cosas nos generan:

Cakes for you (pensando en el consumidor este tipo de frases son un buen camino)

Pasteles soñados (asociar a nuestros deseos es una opción muy utilizada)

Tortas para amar ( la comida relacionada a las emociones, un camino siempre exitoso)

Pâtisserie Le belle (se asocia al concepto de la pastelería francesa, si elaborás por ejemplo típica pastelería peruana no es un nombre que deberías utilizar.)

Tartas Gourmet (la palabra gourmet se asocia a un producto de calidad y sabor)

Merengue (un ingrediente tradicional de pastelería que da artesanal)

Le Chocolat (un ingrediente fundamental de la pastelería con toque francés)

También puede ser simplemente tu nombre o nombre y apellido. Pero tené en cuenta que si un día decidís vender la marca tendrá tu nombre y la manejará otro.

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Connota joven, divertido e infantil

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El horno dorado. Casero y connota panadería

Connota francés, artesanal y vintage

Claramente productos franceses y elegantes

No dejes de hacer el ejercicio con tu lista de nombres! Si finalmente queda más de uno y no podés decidirte, hacé una consulta con clientes de tu confianza, y confiá en tu intuición.

 
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3.2.3.

LA IMPORTANCIA DE INTERNET

El dominio es tan importante como el registro de tu marca.

El dominio es el nombre, la dirección con la que aparecés en internet. Es lo que va detrás del www. Y es como te van a encontrar en esta era. La revolución digital ha llegado para quedarse y deja caer su influencia en todos los aspectos de nuestra vida. Es algo que vos vivís como consumidor cada día. Esto significa que parte del éxito de tu negocio estará en lo que hagas en internet y las redes sociales, pero cómo afecta todo esto la elección del nombre de tu negocio? Si el nombre que elegiste no puede registrarse como un dominio, no sirve y debés buscar otro.

Antes de desecharlo podés explorar variantes en el registro del dominio. Por ejemplo, si querés registrar www.cupcakequeen.com y ya se encuentra tomado, podés intentar variantes como:

www.cupcake-queen.com o cupcakequeen.net.

No es recomendable complicar la escritura o registrar variantes demasiado largas o que cambien el significado de tu nombre. Si te enfrentás a un caso como ese, es mejor elegir otro nombre que sí pueda registrarse.

Los lugares para comprar el dominio son muchos, aquí te dejo algunos:

www.register.com www.networksolutions.com www.godaddy.com

o las mismas plataformas de página web a veces te lo incluyen en los paquetes. Averiguá primero para no pagar dos veces.

3.2.4.

YA TENGO UN NOMBRE, QUE DEBO HACER?

Desafiá tu nombre actual.

Puede que ya tengas un nombre para tu negocio, o porque ya lo elegiste o porque tenés una empresa funcionando. El primer impulso que tendrás es a mantenerlo pero es bueno que lo desafíes y lo pongas a prueba. Si pasa el test, vas a poder relajarte y pasar al próximo casillero.

Para ponerlo a prueba debemos considerar en primer lugar cuántos clientes tenés. Hemos tenido alumnos tan enamorados de su nombre! pero la cantidad de clientes es baja en comparación al potencial de su negocio entonces resulta que cambiarlo por uno mejor, que refleje con más precisión lo que vende o lo que diferencia su negocio de la competencia, vale la pena. En este caso, no hay mucho que perder.

En segundo lugar debés saber cuántos de tus clientes te reconocen por tu nombre. Te sorprenderías con la cantidad de casos en que un negocio con muchos clientes reconocen el negocio no por su nombre sino por el nombre de la dueña. Por ejemplo el negocio se llama Cupcake Queen pero cuando le preguntás a los clientes dónde compran esos cupcakes te responden que se los compran a Susana, que cocina increíble. Entonces en este caso el nombre no cuenta con recordación por lo que tampoco tenés mucho que perder si decidís reemplazarlo por uno mejor.

Si tu negocio no se encuentra en ninguno de los dos casos descriptos más arriba entonces debés desafiarlo buscando un nombre mejor que compare con el que ya tenés. Para hacerlo sólo aplicá las técnicas que explicamos en el capítulo “cómo elegir tu nombre”. En la lista incluí tu nombre actual y si al final del proceso el ganador es el nombre que hoy utilizas, bingo, podemos seguir.

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3.2.5.

ATENDIENDO LOS ASPECTOS LEGALES

Protegé tu empresa.

Elegir un nombre que es propiedad de otra persona puede meterte en muchos problemas y no queremos encontrarnos en ese lugar. Este aspecto de la elección de un nombre es un tema muy delicado pero también puede resultar muy costoso. La primera recomendación es que busques un abogado especializado para el registro del nombre que elegiste para tu negocio. Si no contás con los recursos para hacerlo en este momento y querés diferirlo para más adelante, asegurate que el dominio en internet sea exactamente igual al nombre elegido. Este elemento resultará de gran ayuda en caso que surjan problemas en el futuro cuando decidas registrar legalmente el nombre de tu negocio.

Porque cuanto más tiempo dejes pasar y mejor le vaya a tu negocio, más costoso podría resultar los problemas de registro que eventualmente puedas encontrar.